Soft Skills, las mal llamadas habilidades «blandas»

soft skills, las mal llamadas habilidades blandas

Las soft skills ni son solo habilidades sociales ni desde luego son blandas. Estas habilidades personales son clave para tener éxito en el liderazgo y tal vez incluso para la felicidad en la vida. Además, tampoco son tan fáciles de adquirir.  Entonces, ¿por qué se llaman blandas? Vamos a definirlas mejor y a conocer el origen de su curioso nombre, así como sus nuevas denominaciones.

 

Principales soft skills

Existe un amplio número de habilidades blandas o soft skills. Veamos las más importantes y valoradas:

Comunicación

Las habilidades de comunicación son importantes en casi todos los ámbitos. Poder hablar o expresarnos con claridad, precisión y amabilidad es fundamental en un contexto laboral.

Además, está la capacidad de escuchar. No solo se tarta de comunicar nuestras propias ideas, sino también de saber escuchar a los demás con atención y empatía.

Actitud positiva

La actitud positiva es clave para mantener un buen ambiente de trabajo. La gente amistosa y con ganas de trabajar es con la que a todos nos gusta pasar el tiempo.

Trabajo en equipo

La capacidad de poder coordinarse y colaborar de manera eficaz con los compañeros es fundamental.

Estas habilidades pueden ser: la negociación, el reconocimiento y la apreciación por los demás, así como la aceptación de recomendaciones y críticas.

También podemos incluir: creatividad, flexibilidad, pensamiento crítico, liderazgo, responsabilidad, pensamiento estratégico, resolución de conflictos, etc…

 

Qué son los hard skills

Por otro lado, están las denominadas hard skills. Éstas incluyen el conocimiento y las habilidades específicas que se aprenden desde el colegio y que se pueden definir, evaluar y medir.

Se adquieren a través de formación y capacitación, así como experiencia en el trabajo. Son habilidades diferenciales técnicas que poseen los trabajadores: formación en idiomas, tecnológicas, etc…

Las más solicitadas actualmente por los departamentos de Recursos Humanos de las empresas son habilidades informáticas, analíticas, de marketing y de gestión de proyectos.

La diferencia clave entre hard skills y soft skills son cómo se adquieren y cómo se utilizan. En el caso de las soft skills son rasgos de personalidad que puede haber pasado toda su vida desarrollando y con la experiencia adquirida. Las hard skills se adquieren a través de la educación o la formación específica.

Las extraescolares, incluidos los deportes, pueden ser un lugar ideal de refuerzo y desarrollo de las soft skills.

 

Redefiniendo las soft skills

El trabajo en equipo, la comunicación, la productividad y el bienestar son fundamentales para el rendimiento de cada trabajador. Ya para sea adaptarse a un entorno de trabajo remoto (online) o híbrido (online + lugar de trabajo), cada vez se aprecia y se demanda más la capacidad de crear grupos de trabajo diversos, equitativos e inclusivos, para encontrar nuevas formas de mejorar la productividad. Esto sucede con especial fuerza después del covid y los cambios en los entornos de trabajo que trajo la pandemia.

Las competencias técnicas históricamente se han considerado más valiosas, mientras que las competencias más centradas en el ser humano se consideraban poco importantes.

Pero las organizaciones dedican cada vez más recursos a enseñar y entrenar a sus directivos en ellas. Porque sin estas habilidades blandas, la toma de decisiones eficaz, el trabajo en equipo, la negociación, el liderazgo, la perseverancia y más – básicamente cualquier cosa que ayude a alguien a tener éxito en el entorno empresarial dinámico de hoy – sería deficiente.

Udemy Business acuñó el término «power skills» para describir esos rasgos anteriormente conocidos como soft en su Informe de tendencias de aprendizaje de 2022 y les dió valor nombrándolas como las principales habilidades necesarias para tener éxito a cualquier nivel dentro de una organización.

Otras alternativa que se emplea cada vez más es «EQ, como coeficiente de inteligencia emocional«, complementando  y haciendo referencia al IQ, el coeficiente intelectual que podríamos considerar como el más «técnico».

 

Formación en soft skills

Como hemos dicho, el desafío es cómo formarse en estas «nuevas» competencias. Hay varias nuevas empresas de aprendizaje y desarrollo con experiencia en capacitación digital, virtual y en línea que se especializan en diversas opciones para enseñar mejor a los gerentes las habilidades de poder necesarias para entornos de trabajo híbridos.

Modelo de cohorte – Coursera for Business creó una nueva academia de liderazgo para ofrecer capacitación en gestión a gran escala y ayudar a las empresas a desarrollar la próxima generación de líderes en la gestión de la fuerza laboral híbrida.

Coaching – Growthspace, una plataforma de desarrollo de empleados, sugiere emparejar a los gerentes con coaches que se especializan en la gestión del lugar de trabajo remoto o híbrido.

Cursos individuales online – Udemy ofrece cursos de gestión del trabajo híbrido en línea para los gerentes individuales sobre cómo configurar, planificar, gestionar y evaluar un equipo dentro del modelo de trabajo híbrido.

 

El origen del concepto «soft skills»

La historia del término «soft skills» proviene del ejército de EE.UU. a mediados del siglo XX (1968-1972). Los militares habían logrado diseñar excelentes entrenamientos de las tropas sobre cómo usar la equipación y el material equipo necesario para cada trabajo. Sin embargo descubrieron que la forma en que se dirigía a un grupo de soldados era crucial para lograr el éxito de la misión. Como resultado, se propusieron desarrollar un método para poder dominar y enseñar estas competencias, para entrenar y medir el rendimiento de sus tropas. Se tomaron las «soft skills» muy en serio.

Los documentos de esa época están ya desclasificados y por tanto pueden leerse públicamente. Por eso sabemos que en este estudio, Paul G Whitmore es el nombre que más aparece. Su equipo creó el contraste entre trabajar con algo que es físicamente difícil como una máquina y cualquier otra cosa que sea «suave al tacto». De esta investigación se crearon tres criterios para juzgar si una habilidad es «blanda» o «dura»:

  • Grado de interacción con una máquina
  • Grado de especificidad del comportamiento que se ha de realizar
  • Tipo de situación laboral típica

 

Por cierto, les llevó mucho tiempo decidir si la lectura de mapas era habilidad blanda o dura. ¿Tú que opinas?

 

Fuentes: thomsonreuters (en), code.joejag (en), unsplash (foto)

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