Constructivismo y Educación
El enfoque de la educación activa en las aulas.
Muchos investigadores y profesores se consideran constructivistas hoy en día y sin embargo no se ponen de acuerdo a la hora de decir lo que significa esto. También se llama enseñanza orientada a la acción.
Es una forma de enseñar en la que se considera que el alumno ya sabe cosas y sobre lo que ya sabe, construirá nuevos saberes. Entonces aunque la realidad sea una, no todos aprendemos igual y lo mismo, cada persona es única y aprende de manera diferente. Es decir, el estudiante busca construir conocimientos nuevos y significativos y reconstruye la realidad a partir no solo de quién es, sino de lo que ya sabe, con la guía del adulto.
El estudiante debe ser el actor principal de su propio aprendizaje por medio de la acción y la creatividad.Pero el niño no actúa por iniciativa propia, sino bajo la motivación y la guía del maestro, que es el acompañante en la elaboración de su propio aprendizaje. Porque no todos los niños necesitan lo mismo ni desarrollan las mismas capacidades.
La misión del educador es ir dando a cada uno aquello que va necesitando para que vaya avanzando según sus posibilidades, a su ritmo. El profesor no es foco de información y fuente de sabiduría del aula; sino que aporta recursos, habilidades y fuentes de potenciar conocimientos.
El aula es importante además porque ahí es donde cada alumno pueda potenciar sus cualidades e intereses. Tiene significado para el grupo y para cada niño en particular, porque fomenta las relaciones que se establecen entre el grupo de iguales (los niños) y el profesor.
Finalmente, añadir que la relación que el profesor establece con las madres y padres del grupo es muy importante para trabajar constructivamente. Debe implicarles en el proceso educativo, haciéndoles partícipes desde el comienzo del proyecto de acción.
La perspectiva constructivista del aprendizaje puede situarse en oposición a la instrucción del conocimiento. En la primera destaca la propia aportación del niño y la niña: interés, motivación, implicación, capacidad, destrezas previas, conocimientos, expectativas…, y es muy importante en el aprendizaje que van construyendo. Mientras, en la concepción tradicional de la enseñanza, el aprendizaje depende fundamentalmente de la metodología y del comportamiento del profesor.
En general, desde la postura constructivista, se ayuda a aprender, pero cada persona reconstruye su propia experiencia interna, por lo que el conocimiento no puede medirse, ya que es único en cada persona. El proceso del aprendizaje prima sobre el objetivo curricular: no habría notas, sino cooperación.
Por el contrario, la instrucción del aprendizaje dice que la enseñanza o los conocimientos pueden programarse, de modo que pueden fijarse de antemano los contenidos, el método y los objetivos en el proceso de enseñanza. Se elige un contenido a impartir y se trata de enseñar con el método más adecuado a esa asignatura para llegar a unos objetivos. Se consiguen los objetivos si la mayoría de los alumnos aprueban el examen.
La diferencia puede parecer sutil, pero tiene grandes implicaciones pedagógicas, biológicas, geográficas y psicológicas. En realidad, hoy en día ambos enfoques se mezclan, si bien la instrucción del aprendizaje está más presente en el sistema educativo.