Alimentación en el embarazo y de los bebés con Eli Gallego

nutricion infantil y embarazo

La alimentación es uno de los temas más importantes en el crecimiento y en general en la salud de una persona, pues a través de ella cuidamos nuestro organismo, marcando pautas incluso para toda la vida. Por eso es tan importante tener información de calidad al respecto. Recibimos muchas veces afirmaciones contradictorias y nos asaltan mil dudas. Hoy concretamente hablaremos de la alimentación en los primeros años de vida, desde el mismo embarazo y durante la lactancia y los primeros alimentos.

Sol entrevista a Eli Gallego, también conocida como Eli Dietista. Eli es técnica superior en dietética y en diagnostico clínico, también, se graduó en nutrición humana y dietética, pero, por encima de todo, es madre. Además, colabora en la revista digital Txikis del Bidasoa. Eli terminó como nutricionista por casualidad, pero, sin duda, es sanitaria por vocación y hoy, nuestra consultora particular.


 

La alimentación es un tema de actualidad muy presente en nuestro día a día y que va cogiendo peso en nuestra sociedad, pero, ¿tenemos buenos conocimientos o nos queda mucho por aprender?

Realmente, el problema es el contrario: estamos sobre informados. Hay muchísima información y muchísimo acceso a ella. El problema, es que, por desgracia, mucha está desfasada y, otra mucha, está basada en mitos o en casos muy excepcionales.

Comemos entre 21 y 35 veces por semana (3-5 veces día) y, de aquello que hacemos de forma repetida, algunos sientan cátedra.

Yo he estudiado 6 años reglados de nutrición (dietética primero y nutrición después), sigo invirtiendo muchísimo tiempo y dinero en formación y, aún así, hay muchas áreas que no domino. Parece sorprendente que seamos una de las profesiones con más intrusismo; esto conlleva a que haya muchísima gente confundida o haciendo esfuerzos sobre-humanos por llevar un tipo de alimentación que CREEN les conviene y en ocasiones realmente les perjudica.

 

Alimentación en el embarazo

Dices que la alimentación influye incluso cuando buscamos quedarnos embarazadas. ¿Cómo es esto?

No es que haya alimentos concretos que nos ayuden a “embarazarnos”, sino más bien que hay hábitos que dificultan el conseguirlo. Una dieta equilibrada (y adaptada a cada persona) ayuda más a la concepción que el consumir este u otro suplemento, porque es una dieta saludable.

Y es que somos una sociedad cada día “menos sana”: quien no tiene intestino irritable, tiene la tiroides tocada, o alguna otra patología que, hoy día, nos parecen hasta corrientes. Lo que yo hago es valorar la situación nutricional de las personas que acuden a consulta: ver su historia médica y dietética, a qué se dedica, niveles de estrés, composición corporal (que puede ser también uno de los motivos por los que les cuesta quedarse embarazadas) … y, en función de eso, veo qué cambios se pueden hacer para favorecer la concepción.

 

Una vez estamos embarazadas, debemos cuidar muchísimo la alimentación. Se da importancia a la cantidad de lácteos y de azúcar, la limpieza de los alimentos, la congelación y el cocinado de los mismos… ¿toda precaución es poca?

Creo que descuidamos lo mas básico, y nos preocupamos demasiado de cosas superfluas. Por supuesto que la limpieza es importante y también el cocinar bien los alimentos, pero… ¡no perdamos el norte!

Por cierto, mencionar también que los lácteos no son estrictamente necesarios, se puede llevar una alimentación saludable y segurísima siendo vegano, consumiendo otras fuentes de calcio y vitamina D.

 

Y, más allá de los riesgos sanitarios, ¿cómo influye la alimentación de la madre antes y durante el embarazo en la salud del bebé?

Hoy en día quien más y quien menos ha oído hablar de la microbiota (lo que antes se llamaba flora intestinal) y su importancia para nuestra salud.

Para responderte a esta pregunta bien necesitaría horas… pero te diré que sabemos que el intestino del bebé es colonizado por los primeros microorganismos en el útero materno (antes pensábamos que era estéril hasta el momento del parto), de forma que, dependiendo de la microbiota materna, (que a su vez puede modularse por medio de la alimentación), el bebe tendrá una mayor o menor diversidad y cuanta mayor es la diversidad, más positivo es.

 

¿Qué función posee realmente la microbiota?

La microbiota es responsable de multitud de procesos: las fibras que no digerimos (prebióticas) llegan al intestino grueso y allí, fruto de la fermentación, producen muchísimas sustancias químicas, entre ellas, las conocidas serotonina, dopamina… que también pueden ser responsables de la regulación de la leptina (la hormona de la saciedad), y… ¡esto es solo el principio! .

Otra de las sustancias que producen es una especie de pegamento que hace que las células intestinales estén bien juntas para que solamente pasen las sustancias que necesitamos, ya que  nuestro intestino es SEMI-permeable. Si, por el motivo que sea, estas uniones no se producen adecuadamente, pasarán sustancias al intestino que podrían poner en marcha el sistema inmune y producir inflamación.

Sabemos que la disbiosis (una mala diversidad microbiana a nivel intestinal), no solamente da síntomas intestinales, sino que puede ser responsable de otras enfermedades como: asma, hipotiroidismo, obesidad, diabetes, problemas hormonales, migrañas…. y un largo etcétera que, aún, como digo, se esta investigando.

 

Seguro que muchos de nuestros lectores ahora están pensando qué análisis hacerse para conocer el estado de su microbiota.

¡Cuidado! A día de hoy se venden muchos test inútiles. Os recomiendo que os pongáis en contacto con un nutricionista especializado (preguntad) antes de dejaros los euros.

¿Hay alguna necesidad especial de nutrición durante el embarazo?

Durante el embarazo nuestras necesidades están aumentadas, pero cuenta más la calidad, que la cantidad. Es cierto que hay hierbas, suplementos y alimentos peligrosos, pero, lo que hay que hacer, es utilizar la cabeza y, comer con sentido común.

El único consejo es no ignorar las molestias habituales del primer trimestre: ardores y sensación de plenitud más adelante.

 

¿Debemos permitirnos los antojos?

Te responderé con otra pregunta: ¿Qué son los antojos? ¿Ganas de comer esto o aquello?

No creo que haya que restringir nunca alimentos más allá que aquello que es perjudicial para el feto o la madre… hay que usar el sentido común, una vez más y consumir nutrientes de calidad y no calorías vacías.

Embarazadas o no, digo lo mismo: la restricción lleva al descontrol y al atracón, pero, por otro lado, comer de esto o de lo otro con la falsa creencia de que lo pide el bebé… tampoco, no nos engañemos.

 

 Alimentación de los bebés

Se escucha de todo con respecto a la lactancia de los niños, tanto en la batalla de pecho vs. biberón, como en la duración de la lactancia de los pequeños. ¿Qué opinión tienes al respecto?

No es una opinión, es un hecho que la lactancia materna es más segura para el bebé ya que es un preparado de fórmula perfecta adaptado en exclusiva por la madre a su bebe.

De hecho, las casas que se dedican a fabricar formulas artificiales, se gastan un dineral intentando imitar la composición de la leche materna, y aunque se acercan mucho, los anticuerpos maternos son exclusivos de cada persona y, por mucho que se acerquen, nunca son iguales.

La OMS afirma que la lactancia materna protege al bebé frente posibles enfermedades como la diabetes, asma, alergias, linfomas, Crohn, otitis, diarreas, enfermedades renales… y se relaciona con una mejor diversidad microbiana intestinal. Además, el hecho de que cambe de sabor en función de lo que ingiere la madre, ayuda a la hora de introducir de nuevos alimentos al bebe.

También es importante resaltar que en la lactancia materna el bebé toma más o menos, en función de su propia saciedad mientras que en la lactancia artificial, el niño ingiere lo que le damos y desconocen la sensación de saciedad. Esto se relaciona con la obesidad de algunos adultos.

Dicho esto, personalmente, creo que cada uno debe hacer lo que le convenga. Si pensamos solo en el bebé, lo ideal sería darle pecho, pero también hay que tener en cuenta las necesidades de la madre y las circunstancias del postparto.  Teniendo en cuenta el ritmo de vida que llevamos y las repercusiones laborales que ser madres nos causa, no es criticable ninguna de las dos opciones, ya que el bebe va a estar igualmente bien nutrido.

¿Hasta cuándo se recomienda la lactancia?

La OMS recomienda que la lactancia sea exclusiva hasta los 6 meses de edad y que después se continúe con lactancia de base pese a la diversificación alimentaria como mínimo hasta los dos años. Es decir que, pese a tomar otros alimentos, se recomienda que la base de la alimentación del niño sea la leche hasta los 24 meses de vida.

 

¿Cómo influirá la alimentación en los primeros dos años de vida del niño al resto de su vida?

Los hábitos se adquieren en la infancia: es importante un buen ambiente a la hora de comer, sin estrés y sin malas caras cuando el niño no come.

Además, es muy importante que los progenitores nos alimentemos bien ya que somos espejo y, por favor, dejemos de usar la comida como premio o castigo.

Algo que no deja de llamarme la atención en consulta, son aquellos padres que buscan bajar de peso y que me dicen que están haciendo el esfuerzo de eliminar las galletas de su dieta y que ya solo se las comen los niños. Seamos coherentes y conscientes de que no hay necesidad mayor que la que nosotros mismos creamos.

 

Por último, háblanos de la influencia de la alimentación desde la infancia a nuestros yo adulto. Concretamente, ¿por qué tenemos cada vez más niños y adultos con obesidad?

No sabría por donde empezar, todos tenemos nuestra parte de culpa. Los platos hondos de casa de mi abuela y los de mi casa, por ejemplo, no tienen la misma capacidad, ¡en los míos, que son modernos, cabe el doble!

Si comiésemos con verdadera hambre, dejaríamos de comer cuando ya no la tuviéramos, pero la mayoría de las veces comenzamos a comer sin hambre. Entonces, ¿cómo sabemos cuándo nos es suficiente?.

En una sociedad en la que todo se celebra alrededor de la mesa comer ya no es un acto nutricional, es mucho más: es un acto social, lo que nos lleva a cometer grandes errores. Por ejemplo, en las meriendas de cumpleaños, cuando realmente ellos son los protagonistas, solo hay alimentos procesados.

Si se portan bien en el medico les damos un Chupa-chups, cuando podríamos darles unos cromos. Y si cenan bien, de postre tendrán natillas, pero si se portan mal, puré de verduras. Al final, ligamos las emociones positivas a productos ultraprocesados y perjudiciales mientras que las emociones negativas (castigos, enfados) se ligan a alimentos de verdad. ¡Estamos locos!

Es inevitable que coman chuches, los míos lo hacen y mira qué madre les ha tocado, pero es vital asegurarnos de que en casa se come bien y que no haya este tipo de productos a mano y sin control: ES EDUCAR y ES AMOR.

 

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